Liverpool es conocido por ser uno de los clubes más emblemáticos no solo de Inglaterra, sino del futbol europeo y mundial. Siempre caracterizados por sus brillantes actuaciones sobre todo en competiciones internacionales y también por tener una de las mejores aficiones a nivel global.

En el último par de décadas ambos equipos de Liverpool -tanto femenil como varonil-, han sido protagonistas en las competencias en las que han participado siempre llevando en alto el nombre de “los reds”. Pero hace algunos días todo cambió.

La impactante noticia por parte de la FA Women’s Leagues and Competitions dejó perplejo tanto al equipo como a los aficionados del conjunto femenino. Un comunicado puso fin a la temporada 2019/2020 de la Women’s Super League, obligando al conjunto de Prenton Park a descender.

Decepción Roja

La directiva de Liverpool mostró su tristeza, decepción e inconformidad ante el mismo comunicado que declaró al Chelsea campeonas del torneo y al mismo tiempo al conjunto de Aston Villa, campeonas de la FA Women’s Championship (segunda división femenil), liga donde “las Reds” disputarán la siguiente temporada.

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A través de un comunicado en su página oficial, declararon que “evidentemente entienden el impacto del COVID-19 a nivel mundial y que hay cosas más importantes que el futbol”. Pero al mismo tiempo, “deseaban tener la oportunidad de regresar y asegurar su estatus dentro de la cancha”.

De Anfield

Por el otro lado, su contraparte masculina vive una realidad completamente diferente. Con el regreso de la Premier League, los actuales campeones de la UEFA Champions League se encaminan a conseguir su primer título de liga en 30 años.

Después de una brillante campaña como campeones europeos, los Reds están a solo unos partidos de levantar la copa tras una legendaria campaña. Durante esta temporada el equipo ha disputado 29 partidos con 27 victorias, 1 empate y tan solo 1 derrota.

A Prenton Park

Mientras tanto las bicampeonas en 2013 y 2014, lucharon durante toda la temporada para salir de los últimos puestos de la tabla. Posiciones que constantemente disputaron con las escuadras de Birmingham City y Bristol City.

Dando como resultado una paridad muy desigual en las realidades de sus máximos representativos (femenil y varonil).

¿Incoherencias?

Más allá del evidente enfoque en Anfield y el descuido en Prenton Park por parte de los altos mandos del club. Hay una diferencia abismal entre ambas escuadras: la económica.

Mientras estrellas de la talla de Mohamed Salah (10,7 millones de euros), Virgil Van Dyk (10,3 millones de euros) y Sadio Mané (10 millones de euros) disfrutan de portentosas ofertas económicas. Para el conjunto femenil el panorama es distinto.

A pesar de haber disfrutado un exitoso año a nivel económico recaudando 42 millones de libras, solo cuenta con 10 empleados de tiempo completo en su nómina. Dentro de esos 10 empleados, 5 son jugadoras y miembros del cuerpo técnico, mientras que otros cinco son administrativos, comerciales entre otros.

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Otras 19 jugadoras son clasificadas como semi-profesionales y por ende son consideradas “staff de medio tiempo”.

Inconformes con el trato del club, jugadoras han comenzado a abandonar el equipo en busca de un mejor entorno laboral que las desafíe y las trate de una mejor manera.

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Tales son los casos de las jugadoras Fran Kitching y Christie Murray con declaraciones como:

“No puedo esperar para disfrutar el juego que amo otra vez y ser realmente feliz. Estoy emocionada por empezar el siguiente capítulo y disfrutar de un ambiente que desafíe a las jugadoras de una manera adecuada y las impulse a triunfar”. Por parte de Kitching.

Murray comentó: “Estoy ansiosa por el siguiente paso en mi carrera y la oportunidad de estar en un entorno que me desafíe como futbolista y como persona, y lo más importante: poder disfrutar de lo que amo de nuevo”.

Por: Mario Badillo / @n7mariobadillo