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Nosotros también somos la selección argentina, afirmó Javier Fernández con voz firme, y agregó: necesitamos tu apoyo para cumplir nuestro sueño. Javier es portero de la Selección con síndrome de Down. Junto a sus compañeros bucaba fondos para asistir al Mundial de Fútbol para personas con esta enfermedad, mismo que se disputó en junio de 2019 en Sao Paulo, Brasil. Este torneo se jugó en el formato de Futbol Sala.

La selección argentina buscaba la oportunidad de participar en su primera competencia internacional. Para ello, pusieron en marcha una campaña de recaudación de fondos. Se estima que para la logística y estancia del cuerpo técnico, requieren 1 120 000 pesos argentinos (en pesos mexicanos la cifra supera el medio millón). La Selección Albiceleste logró acudir finalmente al torneo y aunque el campeonato se lo llevó Brasil, lo cierto es que el simple hecho de ser parte de estas iniciativas ya es toda una alegría.

Cambio de juego: oportunidades para el síndrome de Down

¿Existen opciones para futbolistas con esta condición? Afortunadamente sí. En Sudamérica, en O´Higgins, existe una escuela de futbol para jugadores con síndrome de Down ubicado en el Complejo Deportivo El Auca, cuya misión es fomentar el deporte entre este sector de la sociedad. Cabe aclarar que en esta escuela pueden asistir tanto hombres como mujeres.

Por otro lado, en México también se han emprendido acciones para integrar a estos deportistas. De hecho, es grato saber que hay más de un torneo que promueve la competencia entre personas con Down. Por ejemplo, en 2017, en Veracruz, se realizó una competición en la que se reunieron equipos de cinco municipios del estado.

A su vez, Carolina Perdomo, encargada de Síndrome de Down Veracruz AC, declaró que: la idea es mostrarle a los padres de familia que nuestros chicos pueden dar lo que nosotros le permitamos, mostrar a la sociedad que ellos también pueden destacar a nivel deportivo.

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Otro gran ejemplo es el Torneo 21, mismo que vivió su sexta edición en 2019. Participan 12 equipos en promedio y cada uno está conformado por 10 jugadores. La edición 2019 se llevó a cabo del 21 al 24 de marzo en Guadalajara, y jugaron alrededor de 292 personas.

Como aliciente, la edición de este año incluyó a personas que padecen algún trastorno visual. En síntesis: “Este evento, es un mensaje muy claro de inclusión hacía la sociedad, para ello dispondremos de una estructura en la cual gente con alguna discapacidad tenga espacios propios para disfrutar el evento”, declaró Tomas Gallo.

Por último, está la Liga Cordica 21. Se desarrolla en Guadalajara y pretende crear conciencia en la población. Pues existe la idea de que las personas con síndrome de Down no pueden desenvolverse en otras áreas, lo cual es completamente erróneo. Para ello, Liga Cordica 21 lleva más de 20 años trabajando en el desarrollo del futbol a través de torneos, además de concientizar a la sociedad sobre las facultades y retos que viven las personas con este padecimiento.

El siguiente video puede darte claridad sobre el tema.

Una iniciativa similar se puede encontrar en la LaLiga Genuine, donde personas con capacidades intelectuales diferentes disputan un torneo que busca hermanar a las personas que viven con esta condición. Entre los asistentes se suelen encontrar personas con síndrome de Down. Con estas actividades se busca usar el futbol como un deporte integrador que termine con la discriminar y excluir de a esta población, además remover los prejuicios.

En resumen, el síndrome de Down no es una limitante para que estos deportistas se desempeñen. Afortunadamente existen torneos, incluso mundiales, que proyectan a estos futbolistas. Esperamos que en un futuro dejemos de etiquetar estos torneos como «para discapacitados», y los veamos como lo que son: espacios para vivir la pasión como la vive cualquier aficionado.

Por: José Macuil García

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