¿Puede un gol extraordinario ser doloroso para quien lo anota? ¿Es posible que suponga para el autor una tragedia personal? Generalmente el gol es motivo de júbilo. En él se concentra la alegría del juego: las gargantas, las palmas y la algarabía que espera, se han convocado únicamente para ver el balón ingresar en las redes. Lo mismo sucede con los jugadores que hacen todo lo posible por hacer una anotación, por marcar a favor de su equipo. La tristeza puede manifestarse en el conjunto perdedor, pero difícilmente se hará presente en el de los ganadores. Denis Law es la excepción que confirma esa regla.
Denis Law y sus inicios
Nació el 24 de febrero de 1940 y fue el más pequeño de sus siete hermanos. Sus padres no eran grandes amantes del futbol, preferían el rugby. Comenzó a jugar en la secundaria y desde ese momento su nombre ya era sinónimo de una calidad extraordinaria. Con solamente 16 años debutó en el Huddersfield Town. Luego de vestir durante tres años la camiseta de los Terriers, migró al Manchester City a cambio de 55 mil libras.
Su estancia con los Citizens fue bastante breve. En aquel entonces existía un tope salarial para los futbolistas en Inglaterra, por lo que una gran oferta venida del Torino, de Italia, le resultó sumamente seductora. Una vez en Il Toro, las cosas no comenzaron a ir bien debido al estilo de juego que imperaba en aquel entonces en la liga italiana (el Catenaccio), Denis Law sufría cada fin de semana, encontrando grandes dificultades para marcar, además de ser golpeado constantemente. Por estas razones decide volver a Inglaterra.
La llegada al United
Su retorno se dio con los Red Devils por la nada despreciable cantidad de 115 mil libras (en aquel entonces fue el traspaso más caro del futbol inglés). De la mano de Matt Busby y compartiendo la cancha con jugadores de la talla de Bobby Charlton y George Best, Denis Law fue parte de una de las épocas más memorables del Manchester United.
Durante su primera temporada logró ganar la FA Cup, además del campeonato de goleo con 46 goles y el subcampeonato de la liga. El siguiente año consiguió el campeonato de la Liga, el campeonato de goleo y el premio al mejor futbolista europeo.
Durante las siguientes temporadas fue el capitán del conjunto rojo, y en 1968 logró levantar la Copa Europea contra el Benfica de Eusebio. Continuó por poco más de un lustro con el club, en el que ya no conseguiría los mismos números, pero seguiría siendo un referente absoluto. En 1973 y en gran parte a una lesión en la rodilla que lo aquejaba, decidió abandonar las canchas: Denis Law jugó 309 partidos con el Manchester United, y logró marcar 171 goles. Se iba como toda una leyenda.
El gol-estocada
Cuando ya todo estaba decidido y su adiós al futbol era definitivo, la oportunidad de jugar el Mundial de 1974 apareció. Sin embargo, para poder disputar aquel torneo debía seguir en activo, por lo que terminó por volver a las canchas, pero esta vez con el Manchester City, el acérrimo rival de sus amados Red Devils.
Justo aquel año, el Manchester United peleaba por la permanencia en la primera división inglesa. Este duelo se alargó hasta la última fecha, en la que se enfrentaban al Manchester CIty de Denis Law. En la misma pelea por no descender se encontraba el Birmingham, que en la última fecha logró hacerse con la victoria, lo que obligaba al United a ganar si quería tener alguna posibilidad.
El destino colocó a Law dentro del once inicial y aunque el partido se encontraba empantado, un centro a ras de suelo poco antes de que el partido terminara, se encontró con el escocés, que anotó con un taconazo de alta manufactura.
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El momento fue sumamente triste. Se puede apreciar cómo Denis Law no celebra e incluso como sus compañeros del City van a consolarlo. Luego de esto pidió su cambio. Al final el Manchester terminó por descender, mientras que Denis Law logró asistir al Mundial de Alemania. Sin embargo él mismo llegó a declarar que aquella anotación supuso el día más triste de su carrera.
Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar