“En este club se disfruta o se sufre en presente, aprendimos que la historia ya pasó”, declaró Diego Cocca sobre lo que es estar al frente del Atlas. Un club que lo recibió desde que era jugador y que, como técnico, fue quien les dio el tercer título de la Liga MX después de 70 años. Aprender del error y vivir el presente.
Identidad Rojinegra
El Atlas llegó a otra final consecutiva del futbol mexicano después de ausentarse de esta ronda por más de dos décadas, siendo su último subcampeonato el del Verano de 1999. Una herida que no le tocó a Diego Cocca vivir como futbolista pero que ha sido parte de la historia de un equipo que no había regresado a esta posición.
En el Clausura 2022 lo vivió como uno de los principales responsables de que esto haya vuelto a suceder, tras conseguir el bicampeonato y su cuarto título en el balompié Azteca.
El conjunto Rojinegro no había sido campeón desde la temporada de 1950-51, pasaron 70 años de su primer título en la Liga MX. Hubo quienes pasaron una vida sin volver a verlos tan cerca de conseguir la segunda estrella. Hay quienes se enamoraron de la ilusión de lo que sería ver al Atlas en lo más grande del país y entre tantas emociones y decepciones llegó Diego Martín Cocca. El técnico que devolvió la esperanza a la Perla Tapatía al conseguir la segunda estrella y buscar la tercera.
El argentino nació el 11 de octubre del 72 en Buenos Aires, se formó desde las fuerzas básicas del River Plate y debutó a los 19 años con el Millonario, dirigido por Daniel Passarella. Después pasó al Deportivo Español y al Ferrocarril Oeste, antes de viajar a España y ser parte del equipo catalán de Lleida, donde tuvo algunos momentos. El defensor central aprendió de grandes técnicos desde su debut y su arribo a México.
Te puede interesar: ¿Qué prohibiciones habrá en Catar 2022?
Un nuevo hogar
En 1999 llegó a los Zorros del Atlas, procedente del Argentinos Juniors, justo después de que Rafael Márquez fichara con el Mónaco en la división francesa. Cocca tenía que acoplarse al plantel luego de la ausencia del Káiser, era el defensa central que de cierta forma tenía que llenar el hueco que el mexicano dejó. El Atlas venía de perder la final contra Toluca en penales, por lo que recibió a una afición dolida por quedar tan cerca de su segunda copa.
“Me formé futbolísticamente en River Plate, un equipo que te hace ser fuerte de la cabeza”, comentó Cocca para Excélsior, “Pero cuando llegué me encontré con La Volpe y sus ideas, me enseñó situaciones que jamás había vivido como futbolista y que difícilmente hubiera entendido. Muchas de las cosas que transmito hoy como técnico son de La Volpe. Tuve dos entrenadores que me marcaron: Passarella en lo mental y La Volpe en lo táctico”, rescató el exdefensa central.
Estuvo en el Atlas entre 1999 y 2001, luego tuvo dos eras más en el Banfield y también jugó con los Tiburones del Veracruz. Finalmente terminó su trayectoria como deportista en activo en la temporada 2005-06 en Argentinos Juniors. Como futbolista, fue campeón con el River Plate en la temporada del 91 y, a pesar de que terminó su carrera a mitad de la primera década de los 2000, le bastó alrededor de un año para volver al campo pero como entrenador.
“Primero está el futbol, en segundo está futbol y en tercero el futbol”, recuerda Cocca que le dijo a su esposa Bettina mientras recién despegaba su carrera como jugador. El apoyo de ella y de sus hijos lo han sostenido con el paso de los años. Luego de militar en clubes de su país natal, España y México.
Tomar el timón
Inició como director técnico en la Comisión de Actividades Infantiles, una división amateur en Argentina y ahí supo que quería continuar su carrera en el campo. Su juego es caracterizado por ser defensivo, como él lo era en la cancha, y a pesar de no ser un cuadro que golea a sus rivales, sí aprovecha la posesión del balón para encontrar el desequilibrio que lo permite. Sus primeros clubes fueron el Gimnasia y Esgrima y el Godoy Cruz pero no trascendió.
Lo mismo sucedió cuando llegó al futbol mexicano con el conjunto de la Comarca Lagunera en 2011 pero tuvo un efímero paso por no cumplir con las expectativas. “En Santos fue un aprendizaje al trabajar con jugadores consagrados, solo que no pude reflejar el esfuerzo hecho con resultados”, comentó en entrevista. “No es casualidad que la gente de Santos esté en Atlas [en la actualidad] y me vuelvan a elegir, en aquel momento me faltó experiencia, pero hoy soy un técnico más completo”, visualiza Cocca con el paso del tiempo.
Volvió a dirigir en Argentina, lo hizo con el Huracán en el 2011 por un año. En 2013 tomó el proyecto del Defensa y Justicia, un club modesto de la segunda división que ni siquiera pensaba en ascender pero, en su primer torneo, logró que el equipo llegara a la máxima categoría luego de años de permanecer en su liga y estar más cerca del descenso que de subir. Con esto, Cocca empezó su ‘suerte’ de romper largas sequías.
Crecer y aprender
El reto que después le llegó fue el de dirigir al Racing Club, una institución que llevaba 13 años de no levantar un título liguero en Argentina, siendo de los equipos más representativos de la nación. Los seguidores del Avellaneda habían empezado a impacientarse en el transcurso de los primeros dos torneos hasta que llegó el Campeonato del 2014, cuando el estilo de Cocca empezó a reflejarse en su juego. Defender e ir adelante, un equipo inteligente y con mucho que ganar si se enracha.
A pesar de que en aquel certamen la liga parecía ser del River Plate, la verdad es que si alguien pudo impedírselo y desde atrás fue el Racing de Diego Cocca. El Millonario le llevaba una ventaja que parecía imposible de rebasar pero el conjunto, para rescatar el torneo, necesitaba ganar seis partidos. Aunque esto en otras circunstancias sería muy difícil de realizar, el plantel y el técnico se enfocaron en sacar los resultados como fuera y con un solo gol en contra en nueve encuentros, se quedaron con el campeonato con 41 puntos sobre los 39 del segundo lugar.
Estuvo al frente los siguientes años del Millonarios de Colombia, del Racing Club una vez más y de los Xolos de Tijuana hasta el 2018, pero con ninguno tuvo los resultados ni el apoyo de la directiva hasta que llegó a Atlas en agosto del año pasado. Arrancó el torneo Guardianes 2020 y en un primer momento quedó lejos de lo esperado, en lo que se adaptaba al formato y al estilo de la Liga MX. En su primer certamen, sumó 14 puntos de tres victorias, cinco empates y nueve derrotas. Terminó en el lugar 16 de la tabla general.
Soñar con el título, y conseguirlo
En el segundo torneo esto cambió y mejoró para bien. Al disputar el Guardianes 2021, el Atlas calificó en la séptima posición al repechaje luego de siete victorias, cuatro empates y 25 puntos. Dejó fuera a Tigres en la repesca, siendo el último partido de Ricardo el ‘Tuca’ Ferretti al frente y luego avanzó a los cuartos de final. A pesar de que salieron del Estadio Jalisco con vida al vencer 1-0 a la Franja, en el Cuauhtémoc le bastó un gol a los de Nicolás Larcamón para eliminarlos por su posición en la tabla (segundos).
Los Rojinegros no avanzaban a los cuartos de final desde hace seis años, cuando se enfrentaron a las Chivas en el torneo Clausura 2015 y cayeron en el Clásico Tapatío por 4-1 en el marcador global. Fue así cuando arrancó el Apertura 2021 y las ilusiones empezaron a tomar forma en Guadalajara, cuando los Zorros alcanzaron la segunda posición durante la fase regular de la campaña, solo por debajo de las Águilas del América con 35 unidades.
El cuadro de Diego Cocca empezó a mejorar, fue la mejor defensiva junto a los de Santiago Solari con solo diez goles en contra. Su trabajo se enfocó sobre todo en esta zona en el campo y en tener el control del balón, no cederlo y aprovechar las oportunidades de anotar gracias a Julio Furch y Julián Quiñones. Sumaron 29 puntos, luego de ocho triunfos, cinco empates y cuatro derrotas.
En los cuartos de final dejaron atrás a los Rayados de Monterrey, actuales campeones de la Liga de Campeones de la Concacaf. Luego, eliminaron a Pumas, el mismo equipo al que se enfrentaron en el Apertura 2004, siendo las últimas semifinales a las que calificaron desde hace 17 años. Ahora, el cuadro de Diego Cocca volvió a instaurarse en una final luego de 22 años, con el objetivo de hacer campeón a un club que no levanta un título desde hace 70. A pesar de ir perdiendo 3-2 contra el León, la verdad es que el argentino lucha contra algo más grande: el peso de la historia.
Y en la final de vuelta, una vez más, los penales se hicieron presentes en la historia del Atlas, esto después de que los Rojinegros anotaron el único tanto en tiempo regular que les dio el empate global. Y sí, el Atlas ganó a lo Atlas y por fin, se quitó el peso de la historia de encima para poder cargar, una vez más, el título de liga, pues venció a los Esmeraldas 4-3 desde los 11 pasos.
Una temporada después, los Zorros llegaron a su segunda final en cuestión de meses. Avanzaron en la cuarta posición del Clausura 2022, pudieron quedarse con los dos Clásicos Tapatíos frente a Chivas y vencieron ‘sobre la mesa’ a Tigres 2-0 por alineación indebida, aunque en la cancha fue un 5-4 global.
En la final se enfrentaron a los ‘Tuzos’ del Pachuca de Guillermo Almada y desde la ida prácticamente habían asegurado su tercer título liguero al ganar 2-0. En la vuelta, otro gol de Julio Furch desde el manchón penal fue suficiente para coser una estrella más arriba del escudo rojinegro.
El Atlas pasó de no disputar una final en más de 20 años a lograr el bicampeonato y sumarse al compacto grupo de Pumas y León en los torneos cortos.
“Vení, vení, que un amigo vas a encontrar, que de la mano de Diego Cocca, la vuelta volveremos a dar”, corearon de nueva cuenta los aficionados y aficionadas de Atlas. Canción con la que también despidieron al técnico que saldrá del equipo en unos días tras finalizar la fase regular del Apertura 2021 y no calificar al repechaje.