La relación entre Mahatma Gandhi y el futbol es clave para entender la mentalidad del líder social. Antes de convertirse en el referente de la lucha por la independencia en India, Gandhi comenzó su vida como abogado en Sudáfrica, y rápidamente su atención se centró en las leyes nacionales de segregación racial de dicho país.
Fue en Sudáfrica donde Gandhi conoció a Charles Andrews. Durante su estadía en el país africano, C. F. Andrews, que había sido un atleta notable en la Universidad de Cambridge (además de rector de la misma), lo convenció de regresar con él a la India para fortalecer la lucha por la independencia de este país, incluso, Andrews, ayudó a la publicación de la revista “The Indian Opinion”.
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En una entrevista realizada por H. N. Brailsford (Harijan, 14 de abril de 1946), el periodista menciona:
Le recordé a Gandhi que muchos ingleses no alcanzan a comprender por qué los indios prefieren la independencia al status de Dominio de la Comunidad Británica de Naciones. Su respuesta fue sorprendente. —Hubo una época en la que yo me inclinaba por esa fórmula, y de hecho la prefería a la independencia… Deseaba infundir en el corazón de los indios la misma lealtad a la corona británica que pudiera existir en el de un inglés. Fue un futbolista inglés quien me convirtió a la causa del independentismo…Gandhi añadió: —Andrews me hizo entender el significado del título de rey-emperador. El rey británico es también rey en sus dominios, pero es emperador de la India.
Es extraño que fue un propio inglés quien mostrara a Gandhi el por qué la Independencia era el camino necesario para la India. Sin embargo, la autocrítica de Andrews fue lo que le permitió tener esta apertura de pensamiento.
Esta anécdota es ejemplo del beneficio del dialogo. El intercambio es una cualidad única del ser humano, y es ésta, el epicentro de muchos de los grandes logros y hallazgos alcanzados por la humanidad.
En Sudáfrica, Gandhi decidió utilizar al futbol como medio de resistencia. Fundó tres equipos en tres ciudades distintas: Durban, Pretoria y Johannesburgo. A todos les puso el mismo nombre: Passive Resisters Soccer Club. Esto convencido de que el juego fomenta la unión y el trabajo en equipo.
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En su libro “Encuentro con el Otro”, el corresponsal de guerra polaco, Ryszard Kapusckinsci, menciona que existen tres tipo de interacción entre las personas, y la historia de las civilizaciones han dejado pruebas de ello. El primer tipo es la confrontación, de ahí la cantidad de ruinas alrededor del mundo; vestigios de la incapacidad de dialogo y empatía. El segundo tipo es el aislamiento, éste tiene como “registro” las grandes murallas y cercos, ejemplos todos ellos de la poca apertura hacia lo otro. Y, el tercer tipo es el intercambio, su “monumento” por excelencia son los puertos. Los puertos, son la muestra del beneficio que tiene la apertura, el reconocimiento mutuo hacia el otro y la habilidad de conocer lo mejor de sí y ponerlo a disposición de los demás.
Tal vez, y sin aspirar a algo ideal, sólo algo vital, a través del futbol podamos construir puertos. Las canchas servirán como escenarios para hospedar la mejor de las obras. El futbol puede ser vehículo y ejemplo de lo que hace falta en otras áreas. Que los equipos sean nuestros barcos, los estadios puertos y los jugadores marineros en el mar del futbol para exponer nuestras ideas, valores y lo mejor de nosotros. Demostremos con el balompié tal y como dijo Kapuckinski alguna vez, “…que la buena disposición hacia el otro, es esa única base que puede hacer vibrar en él la cuerda de la humanidad.”
Por: Emilio Posadas Certucha / @emiliopoce92