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Kai Havertz

“Entra. Aquí está tu habitación, el baño se encuentra bajando y creo que las sábanas están limpias. Te espero en el comedor para la merienda”, luego de escuchar eso, el pequeño Kai Havertz dejó su mochila en la cama y miró por la ventana. Había llegado a Leverkusen, a la casa del presidente del estadio del Bayer 04, para descansar antes de hacer sus primeras pruebas con las divisiones inferiores de ‘las aspirinas’. Solo tenía 11 años de edad.

Inicios 

Havertz nació y creció en Alsdorf-Mariadorf, Alemania, con la mentalidad y ejemplo de su abuelo materno, un tipo que además de ser jugador, también se desempeñaba como presidente deportivo del Alemannia Mariadorf. En ese pequeño club, Kai demostraría su gran habilidad con el balón apenas con sus escasos nueve años. El chico -muy larguirucho- se anticipaba bastante bien a las jugadas y más que una figura, se presentaba a cada partido como un futbolista discreto

Con todo y eso logró saltar del club de su abuelo, al Alemannia Aachen, en donde su sapiencia para ejecutar faltas a balón parado y la velocidad que mostraba contra los rivales, hicieron que llamara poderosamente la atención de varios scouts de otros equipos; incluso de algunos de Primera División.

Aspirina

En el 2010 recibió la oportunidad de fichar por el Bayer Leverkusen, un club en donde dejó la posición de lateral y empezó a probarse como mediocampista y delantero en las categorías juveniles. Cuatro años después, jugó sus primeros  minutos con el equipo titular de la sub-17 y de ahí, nadie pudo retirarlo del XI inicial. 

Roger Schmidt, que había llegado del Beijing Sinobo Guoan, decidió darle otro aire al Leverkusen, metiendo gente de la cantera en la plantilla del primer equipo. Uno de esos que seleccionó fue Havertz, quien vivió el sueño de muchos adolescentes que siempre han pedido una oportunidad para demostrar de qué están hechos. 

Su debut con el primer equipo fue enfrentando al Wender Bremen y entrando como sustituto del mítico Charles Aranguiz. Con 17 años y 126 días, se convirtió en el elemento más joven en jugar con el conjunto de ‘las aspirinas’. Lo que secundó; fueron un par de años fantásticos de lucha, titularidad y presencia en competencias europeas. Con ello, varios equipos importantes comenzaron a hablar de ese chico en el continente…

Blue 

Frank Lampard arribó al club de sus amores para dirigirlo y como primera petición importante, quiso que le completaran su plantilla -además de otros elementos importantes- con dos delanteros alemanes. Uno era Timo Werner y otro, el chico que todos admiraban en el Leverkusen. Comenzaron a presentar a los nuevos futbolistas del Chelsea, menos a Kai y justo cuando se pensó que no llegaría su contrato, entró como último refuerzo blue de la campaña 20/21.

Qué tan poético tenía que ser el guion, que aún y habiendo jugado ya 12 partidos de Liga de Campeones, Havertz tendría que marcar su primer tanto, en una final y contra uno de los equipos más ricos del mundo. Como si de una película se tratase, ese gol significó la segunda ‘Orejona’ en la historia del Chelsea y la primera para un niño que tenía miedo de abandonar su hogar, para perseguir sus sueños.

Hoy este chico cumple 22 años años de edad y ojalá su carrera -cuando hablemos de él en 10 años- sea aún mejor que en sus inicios. Aunque ostentando una Champions League a esa edad y siendo titular con la selección nacional de su país; lo demás estará de más. 

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Por: Bryan Trujillo / @BryanKameron

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