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Por Eugenio Tamés
El All Star Weekend de la NBA puede ser un ejemplo para la CONCACAF
Al fútbol norteamericano le falta espectacularidad.
Es una realidad, a la CONCACAF Champions Cup le sobran encuentros poco emocionantes, mientras que la Leagues Cup carece de cualquier tipo de relevancia.
Esto es algo que llama la atención, ya que en Estados Unidos en específico les sobra experiencia para convertir eventos deportivos en blockbusters con impacto internacional.
No hay que ir más lejos que el Super Bowl para encontrar un ejemplo claro, pero incluso podemos encontrar casos de eventos con mucho menor relevancia deportiva que han sido convertidos exitosamente en shows.
Tal vez la CONCACAF podría voltear a ver la tradición de los juegos de estrellas en nuestro país vecino. Desde el Home Run Derby de la MLB hasta el Pro Bowl de la NFL, el deporte en su versión menos competitiva ha encontrado, incluso en esa faceta, algo de entretenimiento.
El más exitoso de ellos puede ser el All Star Weekend de la NBA.
Me atrevo a escribir: el Slam Dunk Contest ha generado momentos más memorables que la propia Concachampions. La imagen de Vince Carter colgado del aro con su codo será más recordada que el triunfo de último minuto de Pachuca sobre Cruz Azul en la final de 2010. La clavada de Aaron Gordon tras pasar el balón por debajo de ambas piernas trascenderá más que el tricampeonato de Rayados.
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Y el poco asombro que generan estas competencias de fútbol no es por falta de intención. La MLS logró llamar la atención en algún momento con sus duelos de estrellas enfrentando a grandes clubes europeos.
Posteriormente, en un intento mucho menos llamativo, intentaron asemejarse mucho más a otras ligas estadounidenses con un fin de semana de eventos ante las figuras de la Liga Mx. Sin embargo, no me parece arriesgado asegurar la poca trascendencia de dichos enfrentamientos al compararse con sus similares de otras competencias.
¿Cuál es la solución entonces? Si yo tuviera la respuesta clara, probablemente sería millonario.
Lo que sí puedo decir es que la NBA puede haber marcado un plan a seguir. Un juego de estrellas de la CONCACAF, como ya lo vimos, no es la respuesta. Sin embargo, sí lo podría ser el colocar a figuras de renombre en contextos para lucirse.
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¿Podría ser llamativo ver a Lionel Messi en un torneo que le exija dicha espectacularidad? ¿Qué tal encontrar el contexto que obligue a James Rodríguez a mostrar su versión de selección?
La clave parece ser la competencia y el legado. Incluso en el ambiente amistoso del All Star Weekend de la NBA, existe un precedente que asegura relevancia histórica con una buena actuación.
¿Dónde se encuentra esa competencia? Lamentablemente, no en el futbol de nuestra región.
A final de cuentas, el público también puede variar drásticamente de un deporte a otro y no existe una fórmula segura del éxito comercial y mediático.
Lo que sí parece claro es que la creación de torneos sin prestigio como la Leagues Cup promete poco y el “show” en nuestra región debe buscar una nueva fuente.