John Lennon, Mick Jagger, Muhammad Ali, Debbie Harry… Todos ellos posaron para la Polaroid de Andy Warhol, uno de los artistas contemporáneos más reconocidos de todos los tiempos. La obsesión con las celebridades fue uno de los temas recurrentes de Warhol. Pero cuando O Rei fue retratado por el impulsor del arte pop estadounidense, no sabía que esa colaboración sería trascendental.
Warhol me dijo que yo era la única celebridad que, en lugar de 15 minutos de fama, tendría seguro 15 siglos de fama. -Pelé
El encuentro de Warhol y Pelé
Studio 54 fue la discoteca más famosa de Manhattan, de Nueva York y del mundo. Por ella pasó todo el ‘jet set’ internacional durante sus tres años de existencia (1977 – 1980). El festín de drogas, sexo y música disco forman parte de los testimonios de quienes la frecuentaban.
En ella, fue donde Warhol y Pelé se encontraron algunas ocasiones; el astro brasileño no tenía idea de quién era aquel personaje espigado, tímido y delicado que quería colaborar con él, sin embargo, aceptó la propuesta tiempo después.
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La obra de Warhol es famosa por llevar los objetos de la vida cotidiana estadounidense de la posguerra al mundo del arte, objetos de consumo y de la cultura popular. La superficialidad que existe en sus trabajos desató polémica entre los críticos e intelectuales de la época. No era para menos si la copia idéntica de una sopa Campbell’s o una serigrafía de Marilyn Monroe mal coloreada estaban en una de las galerías más importantes del momento. ¿Cómo eso podía ser arte?
Para Warhol, la importancia de Pelé no radicaba en sus tres Copas del Mundo o en su desempeño en la cancha, sino en lo que representaba en el mundo de los atletas: era una estrella.
Justamente, Warhol no pretendía llevar un mensaje reflexivo, crítico o moral a través de sus obras, sin embargo, su arte recuerda mucho a lo que hizo Duchamp en 1917 con su urinario, aunque el artista de ascendencia polaca utilizó otros recursos como la repetición, la fotografía, video y serigrafía, y la publicidad. En el caso de los retratos de Pelé, Andy Warhol tenía una serie sobre atletas, y si Pelé era el jugador más famoso del orbe, éste no podía faltar.
O Rei bajo la mirada del artista
Los retratos fueron realizados después de la salida de Pelé del New York Cosmos, pero el acercamiento entre el artista y el futbolista, fue en esa época, a finales de los años setenta. Es importante mencionar que esta reunión fue posible gracias al contrato que O Rei hizo con Warner Communications, por ello, después de salir del equipo neoyorkino, Pelé viajaba frecuentemente a Nueva York para cumplir sus compromisos con la empresa. Todo estaba perfectamente coordinado para que Warhol inmortalizara al mejor jugador de todos los tiempos.
En las fotografías podemos ver a un Pelé sonriente, posando con su balón Spalding -que también dice Pelé– y su camiseta del New York Cosmos. Las fotografías revelan la comodidad con la que O Rei sostiene su instrumento de trabajo, su pasión más grande, y en pocas palabras, su vida. Existe una cercanía entre el artista y el atleta que -aunque ninguno de los dos se interesara en ese momento por la vida y logros del otro- no hay en otros retratos de Warhol.
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Además de los retratos, Warhol elaboró serigrafías coloreadas a partir de esa sesión fotográfica, las cuales son vendidas en millones de dólares. Eso lo tenía muy claro el oriundo de Pittsburgh, quien sabía que su obra duraría para siempre, pero también estaba seguro que la fama del astro brasileño perduraría 15 siglos.
Por Carolina Caballero / @maca_zzz