Con una historia marcada de glorias y penas, ningún equipo llega tanto a nuestros corazones como San Lorenzo. Con una de las aficiones más fieles del futbol argentino, el Ciclón es uno de los cinco grandes de Argentina. ¿Cuál es su historia?
Todo comenzó en el antiguo barrio de Almagro, donde el cura Lorenzo Massa llegó desde principios del siglo XX. La visión social del padre Massa fue fundamental para la fundación del club ya que creía que el futbol era una herramienta para alejar a los chicos de los vicios. En las mismas calles de la localidad se encontraban Federico Moti y Antonio Scaramusso, dos jóvenes que gustaban del balompié. El primero de abril de 1908, junto con el cura Massa, formaron los Forzosos de Almagro, equipo que posteriormente se llamaría San Lorenzo, en honor al santo de Almagro.
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Los primeros pasos de la escuadra se dieron en el mismo barrio, hasta que en 1914 se afiliaron a la Asociación Argentina de Fútbol. Fue hasta la década de los veinte cuando el club conquistó su primer título en la temporada 1923-24. Sin embargo, su primera estrella en la era profesional llegó en 1933, después de tres años de haberse instaurado la liga oficial.
En años posteriores, el Ciclón logró levantar dos títulos de liga más: 1936, 1946, además de la Copa de la República que ganó en 1943. Tras esta racha, el club argentino realizó una gira por la península ibérica para enfrentar a los mejores equipos de España y Portugal como el Real Madrid, Athletic Club y Valencia.
De regreso a tierras sudamericanas, San Lorenzo obtuvo su cuarto título (1959). En 1968 comenzó la época dorada del equipo pues jugadores de gran envergadura como Rodolfo Fischer, Óscar Calics, Héctor Veira y Carlos Buttice le dieron a la afición azulgrana cuatro campeonatos de liga más.
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Durante los 70, el barrio de Almagro se reestructuró y pasó a denominarse Boedo. Sin embargo, lo que trajo esa década para el Ciclón fue algo que perturbó a cualquier hincha del club hasta la actualidad. Desde años pasados, la escuadra vivía un proceso de endeudamiento que desembocó en una crisis económica interna. Debido a la gran problemática que vivía el Ciclón y presionado por la dictadura argentina, en 1979, los cuervos tuvieron que abandonar su casa, el estadio Gasómetro. A partir del siguiente año empezaron a jugar sus partidos de local en las canchas de Vélez, Atlanta y Huracán. Un nómada sin destino.
Por si fuera poco, San Lorenzo no pudo mantener la categoría y descendió a Primera B por primera vez en 1980. Tras una nueva dirección del club y de jugadores, el Ciclón pudo retornar a la máxima categoría del futbol argentino en 1982; nuevamente la escuadra era un equipo de primera. Para 1993 lograron tener nuevamente un estadio propio ya que se construyó el Pedro Bidegain, apodado por muchos como el Nuevo Gasómetro, en honor a la casa que había perdido años atrás.
Dos años después, San Lorenzo conseguiría un nuevo título. El siglo XXI traería consigo una nueva época de grandeza para la escuadra ya que pudo obtener tres campeonatos de liga junto con una Copa Mercosur, una Sudamericana y su mayor logro, la Copa Libertadores en 2014. Ante dicho panorama, pareciera que la ecuación de San Lorenzo no pudiera ir mejor, pero el destino tenía algo más para ellos.
El 14 de diciembre de 2014 se produjo una noticia impactante para los hinchas del Ciclón. Después de varias décadas fuera de su barrio, por fin el club regresó a Bodeo, su tierra prometida, aunque tan solo para jugar una temporada. Esto gracias a la afición y directiva que llevaron una campaña de compra de los terrenos donde se localizaba su antiguo estadio. El sueño de volver al lugar donde nació el equipo se había materializado.
Ahora San Lorenzo vuelve a brillar tras conocer la cara de la derrota, la decepción y la tristeza, ya que gracias a su afición, una de las más fieles del mundo, ha podido recorrer un camino difícil pero que la final ha superado.
Donde vas, siempre voy con vos
Bien o mal, a tu lado estoy, Ciclón.
Nunca lo van a entender,
siempre te voy a querer…
Por: Manuel Vázquez Laguna