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Marcus Rashford

Marcus Rashford, delantero del Manchester United y figura de la selección inglesa, logró modificar una decisión gubernamental ejerciendo presión mediática sobre el parlamento británico. Las familias de bajos recursos podrán seguir recibiendo cheques de ayuda, en sustitución de los comedores escolares que permanecen cerrados debido a la pandemia. El subsidio terminaría con el inicio de las vacaciones de verano, sin embargo y debido al empuje del futbolista de 22 años, el gobierno dirigido por Boris Johnson rectificó su decisión.

Rashford demuestra que los futbolistas, al levantar la voz, pueden apoyar causas humanitarias claves y combatir problemas como la pobreza infantil y alimentaria. ¿Cómo consiguió empezar el movimiento y juntar a miles de voces? A continuación traducimos para ti la carta que mandó el 14 de junio de 2020 al Parlamento.

¿Qué dice la carta de Marcus Rashford? Acá la traducimos completa al español.

15.06.20

A todos los diputados en el Parlamento,

En plena semana de apertura de la Eurocopa 2020, quisiera regresar al 27 de mayo de 2016, cuando me paré en el centro del Estadio de Luz (Stadium of Light) en Sunderland, al romper el récord del jugador más joven en anotar en su primer partido internacional con la selección mayor. Miré a la afición ondeando sus banderas y golpeando con el puño el escudo de los tres leones en sus camisas; me sentí abrumado de orgullo no solo por mí, sino por todas las personas que me ayudaron a alcanzar este momento y conseguir mi sueño de jugar para la selección nacional de Inglaterra. 

Para ser más claros: sin la amabilidad y generosidad de la comunidad que tenía a mi alrededor, no existiría el Marcus Rashford que ustedes ven hoy: un hombre negro de 22 años con la suficiente suerte para hacer una carrera jugando el juego que amo.

Mi historia para llegar aquí es demasiado familiar para las familias inglesas: mi madre trabajaba tiempo completo, ganaba el salario mínimo y se aseguraba que siempre tuviéramos una buena cena en la mesa. Pero no era suficiente. El sistema no se construyó para que familias como la mía tengan éxito, a pesar de lo duro que mi madre trabajaba.

Como familia, nos apoyábamos en los desayunos y comidas escolares, y en las amables acciones de vecinos y entrenadores. Bancos de comida y cocinas económicas no eran ajenas a nosotros; recuerdo con mucha claridad nuestras visitas a Northern Moor para recoger nuestras cenas de Navidad cada año. Es ahora que de verdad entiendo el enorme sacrificio que hizo mi madre al enviarme a una residencia compartida a los 11 años, decisión que ninguna madre tomaría a la ligera.

Este verano debería ser testigo, una vez más, de ese orgullo nacional… padres e hijos ondeando sus banderas, pero en realidad, el Estadio de Wembley podría llenarse al doble con los niños que han tenido que saltarse comidas durante el confinamiento debido a que sus familias no pueden acceder al alimento necesario (200 mil niños según estimaciones de la Food Foundation). 

Mientras sus estómagos se quejan, me pregunto si esos 200 mil niños estarán orgullosos de su país y portarán algún día la camiseta de la selección nacional y cantarán el himno de las gradas.

Hace diez años, yo sería uno de esos niños, y nunca hubieran escuchado mi voz ni visto mi fuerza para convertirme en parte de la solución.

Como muchos de ustedes saben, muchas escuelas cerraron temporalmente debido al confinamiento. Me asocié con Fareshare (una organización caritativa de distribución de alimento) para ayudar a cubrir el déficit de comida en las escuelas. A pesar de que la campaña actualmente distribuye tres millones de comidas por semana a la población más vulnerable del Reino Unido, reconozco que no es suficiente.

Esto no tiene que ver con política, sino con humanidad. Se trata de mirarnos en el espejo y sentir que hicimos todo lo que pudimos para proteger a aquellos que, por cualquier razón o circunstancia, no pueden protegerse a sí mismos. Dejando de lado las afiliaciones partidistas, ¿no podríamos coincidir en que ningún niño debe ir a la cama con hambre?

La pobreza alimentaria en Inglaterra es una pandemia que puede extenderse sobre generaciones si no actuamos ya. Mientras 1.3 millones de niños en Inglaterra se registran para comidas gratis en escuelas, un cuarto de esa población no han recibido ningún tipo de apoyo desde que las escuelas fueron cerradas.

Confiamos en que los padres de familia, muchos de los cuales han visto cómo sus trabajos se evaporan debido al COVID-19, hagan de maestros sustitutos durante el confinamiento, deseando que sus hijos tendrán la concentración suficiente para aprender, con apenas un pequeño porcentaje de su necesidad nutricional satisfecha durante este periodo.

Esto es un fracaso del sistema, y sin el sistema educativo, estamos fortaleciendo este ciclo de sufrimiento. Para poner en perspectiva la pandemia, de 2018 a 2019, nueve de 30 niños en cualquier salón de clases en el Reino Unido vivían en pobreza. Esta cifra se espera que incremente por 1 millón para 2022. Hoy en Inglaterra, 45% de niños negros y en grupos étnicos minoritarios viven en pobreza. Esto es Inglaterra en 2020…

Les pido que escuchen a los padres de estos niños, pues he recibido miles de historias de personas que están pasando por momentos difíciles. He escuchado a padres de familia que están luchando contra la depresión, sin poder dormir, preocupados hasta enfermarse por sostener a sus familias pues perdieron su trabajo de manera inesperada, directores de escuela que están cubriendo personalmente los costos de la comida para sus familias a pesar de que la tarjeta de débito de la escuela ya no tiene crédito disponible; madres que no pueden cubrir el costo de la electricidad ni de la comida durante el confinamiento, y padres que sacrifican sus propios alimentos para dárselos a sus hijos. En 2020, no debería existir ningún caso de «uno u otro».

Durante las últimas semanas he leído tuits en los cuales ciertas personas culpan a los padres de familia por tener hijos que no «pueden mantener». El mismo argumento pudo haberse usado en contra de mi madre, sin embargo, crecí en un ambiente de amor y cuidado.

El hombre que ven de pie en frente de ustedes es un producto del amor y cuidado de mi madre. Tengo amigos que vienen de familias de clase media y que nunca han experimentado ni siquiera un pequeño porcentaje del amor que yo recibí de parte de mi madre: una madre soltera que sacrificaría todo para nuestra felicidad. ESTOS son el tipo de padres y madres de los que les hablo. Padres y madres que trabajan casa hora del día por el salario mínimo, la mayoría de ellos trabajando en la hospitalidad, un sector detenido desde hace meses.

Durante esta pandemia, la gente está viviendo en el filo de la navaja: una deuda sin pagar tiene un efecto espiral, la ansiedad y estrés de saber que la pobreza es la principal causa de que los niños terminen en «care«, un sistema diseñado para fallarle a las familias de bajos ingresos. ¿Saben ustedes el coraje que necesita un padre de familia para decir: «No puedo hacer frente a esto» o «No puedo apoyar a mi familia»? Hombres, mujeres, cuidadoras, nos piden ayuda y nosotros no escuchamos.

También recibí un tuit de un diputado que me dijo: «por estas razones hay un sistema de beneficios». Téngalo por seguro, estoy consciente del esquema de Crédito Universal y también sé que la mayoría de las familias que aplican al programa experimentan retrasos de cinco semanas. El esquema de Crédito Universal no es una solución para el corto plazo. También sé, por hablar con la gente, que hay un límite de dos hijos por familia, lo que significa que mi madre solo podría haber cubierto el costo de dos de sus cinco hijos. En abril de 2020, 2.1 millones de personas reclamaron por los beneficios relacionados al desempleo. Este es un incremento de 850,000 comparado con marzo de 2020. A medida que nos acercamos al fin del esquema de subsidio temporal implementado durante la pandemia y a la llegada de un periodo de desempleo masivo, el problema de la pobreza infantil solo empeorará.

Padres como los míos se apoyarían en clubes para niños durante el verano, obteniendo un espacio seguro y al menos una comida para sus hijos mientras ellos trabajan. Hoy en día, no tienen esta opción. Si enfrentaran el desempleo, padres como los míos se hubieran presentado el lunes por la mañana en los centros de empleo para encontrar cualquier oportunidad para mantener a sus familias. Hoy en día, no hay trabajo.

Siendo un hombre negro de una familia de bajos recursos en Wythenshawe, Manchester, yo pude haber sido una estadística más. En lugar de eso, debido a las altruistas acciones de mi madre, mi familia, mis vecinos y mis entrenadores, las únicas estadísticas con las que estoy asociado son los goles, partidos jugados y trofeos. Estaría cometiendo una injusticia contra mí mismo, contra mi familia y mi comunidad si no levantara la voz y utilizara mi plataforma para pedirles su ayuda.

El gobierno ha afirmado que, respecto a economía, no escatimará. Les pido hoy que extiendan ese pensamiento para proteger a todos los niños vulnerables en Inglaterra. Los aliento a escuchar sus peticiones y ser humanitarios. Por favor reconsideren su decisión de cancelar el esquema de vales de comida durante el periodo vacacional de verano y garanticen su extensión. Esto es Inglaterra en 2020, y este es un asunto que necesita asistencia urgente. Por favor, mientras los ojos de la nación están sobre ustedes, hagan un giro de 180 grados y prioricen la vida de los más vulnerables.

Suyo sinceramente,

Marcus Rashford.

 

Por: Redacción

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