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Darko Vukić

El rápido progreso del futbol mexicano lo ha convertido en un referente para jugadores de todo el mundo, incluso para aquellos de países aparentemente lejanos. Los campos han visto pasar nombres como Bora Milutinović, Miroslav Čermelj, Zdenko Muf, Davor Jozić e Ilie Dumitrescu, pero dentro de esta peculiar lista no puede quedarse afuera un croata que contribuyó a recuperar la grandeza de Toluca en los torneos cortos: Darko Vukić.

En primera instancia parece sorpresivo que los Diablos Rojos apostaran por un atacante desconocido en México para acompañar a José Saturnino Cardozo en la punta de los endemoniados. Pero quienes tuvimos la oportunidad de disfrutar el futbol en la década de los noventa, incluso con unos cuantos años solamente, conocimos la fortaleza dentro del campo por parte de la Selección de Croacia que consiguió el tercer lugar en el Mundial de Francia 1998 de la mano de Davor Šuker.

Darko Vukić llega a México

Un par de años antes, en la Euro de 1996, los balcánicos se instauraron en los cuartos de final y con poco tiempo de ser una nación independiente, hecho que tomó validez el 8 de octubre de 1991. Darko Vukić únicamente fue requerido una ocasión para el campeonato europeo, sin embargo, su entrega y dinamismo fueron suficientes para que Toluca se hiciera de sus servicios.

Siempre que el croata Darko Vukić marcaba gol, el cuadro rojo sumaba puntos, nunca perdió

Para el Verano 98 Vukić se incorporó a las filas del averno como un desconocido que no tardaría en ganarse un lugar dentro de la institución choricera. A pesar del poco español con que se expresaba, Darko se hizo rápidamente de la titularidad en el cuadro de Enrique Meza, mismo que rompería con la sequía de 23 años sin título para los mexiquenses.

Su lenguaje natural, el del buen control en el área rival y la contundencia a la hora de asistir a sus compañeros, le valió la confianza del técnico y el cariño de la afición que al poco tiempo comenzó a seguir detenidamente al dorsal 14.

Un amuleto de la suerte

El gusto de salir como titular le duró poco a Vukić y formó parte de los hombres en el banquillo del Ojitos. Sin embargo, no era una opción cualquiera, era el cambio casi obligado el que daba suerte al conjunto escarlata. Tanto así que la repercusión mayor se presentó en el partido de vuelta de la final del Verano 98. Toluca perdía 1-4 en el marcador global contra Necaxa apenas en el primer par de minutos.

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Media hora después el estratega le indicó al croata que se quitara la casaca y lo ubicó por la banda izquierda, lugar desde el que mandó un cambio de juego apenas a dos minutos de su ingreso, y asistió a Abundis en el inicio de la hazaña. Una vez más, como lo había hecho en partidos de la fase regular, la entrada de Darko Vukić dinamitó a Toluca.

Aquella tarde se terminó la mala racha de los diablos y el infierno ardió tras remontar un marcador más que complicado. Una vez más, Vukić había hecho bien su trabajo. Por si fuera poco, siempre que el croata marcaba gol, el cuadro rojo sumaba puntos, nunca perdió.

El adiós al infierno

El Verano 99 fue su último torneo en la institución toluqueña, pero nuevamente hizo acto de presencia en el momento crucial. Siguiendo la tradición y fortuna que representaba su ingreso como suplente, Meza decidió meter a Vukić al minuto 74 de la final de vuelta contra Atlas. Los minutos restantes del tiempo reglamentario y los tiempos extra fueron casi un letargo innecesario ante la inminente tanda de penales.

El croata fue el cuarto ejecutante desde el corazón del área y sin importar la presión de que su compañero Fabián Estay había fallado previamente, colocó el esférico en el techo de la red para vencer a Cabuto y dar tranquilidad a quienes confiaban en el amuleto venido de muy lejos, que se vistió de rojo y dejó un buen sabor de boca, a pesar del poco tiempo que permaneció en el club. Tal vez por eso Vukić es el único jugador europeo que ha defendido la playera del Toluca, porque jugadores con toque y, además, suerte, existen pocos. (skinnyninjamom.com)

Por: Obed Ruiz/@ObedRuizGuerra

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