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Lionel Messi

Parece lejana la fecha, pero fue apenas el 1 de julio cuando, después de haber pertenecido por más de 20 años al FC Barcelona, Messi  pasó a ser agente libre. Ya no vestiría la camiseta azulgrana que lo identificara con el número 10, esa que supo ser la más vendida del club, superando en un 70% las ventas de todo el resto (y que, por la misma razón, fuera la más falsificada). 

¿Qué será, pues, de las camisetas y demás artículos oficiales alusivos a Messi que aún están a la venta, ahora que el jugador ya no está fichado en el club? La respuesta se encuentra en la cláusula sell off que comúnmente tienen los contratos y que le otorga a la institución tres meses de gracia desde la terminación del acuerdo para comercializar y sacar de inventario todo aquello que se identifique con el jugador. 

Así, el Barça pudo vender hasta el 1 de octubre toda mercancía relacionada con Lionel. Después de esa fecha, quedó imposibilitado de hacerlo o podría incurrir en algún tipo de infracción, salvo que se trate de un producto edición especial o en honor a su ahora “histórico” capitán, en cuyo caso tendría que negociarse de manera independiente.  

De acuerdo con el estudio realizado por Brand Finance, la salida de Messi podría representar para el Barcelona una pérdida del 11% de los €1.266 millones de su valor de marca, es decir, unos €137 millones, 77 de los cuales corresponden a ingresos comerciales; 17 a ingresos de venta de entradas y consumibles por los aficionados el día del partido y resultados en el terreno de juego (por ganar algún título nacional o Champions League); y unos 43 millones a ventas de camisetas y merchandising.

Por supuesto, el fichaje en el Paris-Saint Germain (PSG) redundará ahora en ciertas ganancias para este club, que exceden lo deportivo y se pueden vislumbrar desde el mismo momento en que el argentino llegó a París y salió a saludar vistiendo una playera con la frase “ICI C’ES PARÍS” (acá es París, evocando el lema de los aficionados del PSG “Esto es París”), lo que elevó las ventas de la prenda de forma casi inmediata. Curiosamente, la frase también había sido blanco de conflicto en materia de PI: estuvo en disputa con los hinchas, quienes la habían registrado años atrás, y aunque el club intentó comprarla en €2,000 no se llegó a un acuerdo. No obstante, actualmente es marca oficial del PSG, lo que no impide que se cante en las gradas. 

Ya con el dorsal 30 Messi jugará para el PSG por al menos dos temporadas de acuerdo con su contrato, el que además incluye una porción de pago en criptomonedas “Fan Tokens” cuyo valor varía en función de la demanda. Esta moneda virtual, disponible para la compra por parte de los hinchas, será fungible y canjeable por productos en la tienda del club. Además, su posesión a partir de determinados montos habilitará a los aficionados a participar de ciertas decisiones dentro del club, como por ejemplo la elección del mejor jugador o el diseño de los uniformes. De esta forma podemos ver cómo el valor de la marca del PSG también se incrementará a través de estos activos digitales.

El talento y títulos obtenidos por Messi dentro de las canchas lo han llevado a que su nombre se convirtiera en su marca personal, aunque en Europa su registro tampoco estuvo exento de algunas dificultades. En 2011 una empresa ciclística española se opuso al otorgamiento de la marca “MESSI” basándose en su marca “MASSI”, con el argumento de que los nombres eran demasiado similares y causarían confusión entre los consumidores. Sin embargo, tras una larga disputa de siete años, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que el futbolista era lo suficientemente conocido como para que no existiera confusión posible.

En cuanto al derecho de la explotación comercial de su imagen, por lo general cuando un futbolista firma un contrato con un club le cede este derecho en el ámbito de la actividad profesional y deportiva que desempeña, obligándose a portar, en el caso de Messi, los colores del PSG y los sponsors del mismo club; sin embargo, en su vida privada y personal tiene la libertad de usar su imagen para los fines que éste desee, salvo que existiese un acuerdo diferente entre partes. 

El posicionamiento de Messi va más allá de ser uno de los mejores jugadores del mundo, de tener su propia marca y el valor de su imagen, pues además cuenta con al menos 13 marcas de sponsors, entre las que destacan Adidas y Huawei como las que le generan más ganancias. En otros países, como Estados Unidos de América, algunos de sus patrocinadores son Gatorade, Pepsi y Mastercard. 

La dimensión del valor generado por este personaje se refleja incluso en el espectáculo presentado por el Cirque du Soleil, “Messi 10”, que comenzó a finales del año 2019 en la ciudad de Barcelona y ofrece una propuesta artística inspirada en el futbol. Con el cambio de club y ciudad, será interesante ver las implicaciones contractuales y legales con relación a este evento, así como vislumbrar su reinvención.

Como no podía ser de otro modo, la imagen del ídolo también aterrizó en el mundo del arte digital y los Tokens No Fungibles (NFT), con la creación del “Messiverse”, donde se reúnen obras del artista y diseñador BossLogic que representan momentos destacados de su carrera.

Finalmente, un aspecto mucho más conocido por todos, pero no por eso menos importante son los derechos conexos de transmisión. Estos no solo generan la mayor parte de los ingresos para los clubes de fútbol, sino que son los que hacen posible que podamos seguir disfrutando de sus goles desde la comodidad de nuestras casas, en cualquier lugar del mundo. 

Leer más: ¿Quiénes son Mansour y Al-Khelaïfi, los jeques del City y PSG?

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Por: Mariza de la Mora

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