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El Profe Osorio dejo el proyecto de la selección mexicana y dirigirá a Paraguay. Sin embargo y  antes de cualquier juicio de valor; es preciso recordar los tres ejes fundamentales de su proyecto futbolístico que emprendió en México, pues como bien ha visto Foucault en el curso de 1975 a 1976 del Collège de France publicado bajo el título: Defender a la sociedad, los vínculos en común de una nación se dan en función de un: estatuto, costumbres, usos, cierta ley particular -pero la ley entendida mucho más como regularidad estatuaria. Y acá la ley, de una pequeña sociedad llamada: selección nacional, surge mediante la estrategia. Es decir, ella es la piedra angular, el primer eje donde emerge la postura de Osorio y claro, la historia de un combinado que se quedó por séptima vez en octavos de final. El segundo eje, por otra parte, viene dado gracias a los logros que tuvo en las eliminatorias camino a Rusia 2018, lo mismo que frente al partido de Alemania. Sin olvidar el tercero, donde veremos críticamente sus errores.

El origen de la ley

De aquel joven que trabajaba de mesero en la Gran Manzana quedan muchas cosas, entre ellas el gusto por la pelota. Sus primeros pasos en el futbol colegial de Connecticut, viven profundamente anclados en su concepción del balompié. Probablemente de ahí, nace su postura en relación con las rotaciones. Si en el baloncesto ocurre un proceso similar, ¿por qué ese sistema de juego no podría ser introducido en el ámbito profesional de otro deporte? Por ejemplo: el futbol. Es bien sabido, que los entrenadores con los que el Profe Osorio ha tenido afinidad, gustan de mirar otros espacios e incorporar dinámicas transversales, como el caso de Bielsa.

Camino al mundial

Contrario a la opinión popular, Osorio no rompió el récord de Lavolpe en las eliminatorias de CONCACAF, ya que el Bigotón consiguió 22 puntos y el Profe se quedó en 21, en una contienda que se caracterizó principalmente por el bajo nivel de los participantes y de las tres selecciones favoritas, una de la cuales quedaría eliminada. La selección de las barras y las estrellas no pudo calificar, en medio de una catástrofe ocasionada tanto por la estrategia como por el cambio generacional. Costa Rica como lo probó su desempeño en el mundial, tampoco era un conjunto que tuviera claro un sistema definido de juego.

En definitiva la eliminatoria de Osorio fue buena, pero careció de matices legendarios. El mal manejo mediático y las constantes críticas, en muchos casos irracionales, impactaron en el grupo que no supo situarse como favorito dentro de la eliminatoria, pese a sus buenos resultados. Sin embargo, no podemos olvidar el inicio triunfante y los 9 partidos seguidos que ganó. Lamentablemente, en otros ámbitos, el técnico no tuvo tanta suerte al batir récords.

 

El nombre de la felicidad

Mucho se ha dicho de la visión que tuvo el Chucky Lozano o de la actitud de Javier Hernández en el partido contra Alemania, pero el detalle fino es la función de Vela, que no ocupo una posición definida, sino que habitó plenamente en lo que el Profe Osorio conoce como la zona 14, emblema táctico inglés, que seguramente data de su estancia en el Manchester City. A partir de ahí todo cambió. La historia misma se transformó y por un momento fuimos felices.

Los errores

El desarrollo de los partidos, le sigue costando a Osorio. Los cambios implican un nuevo desenvolvimiento de funciones, Chicharito Hernández debió de haber sido sustituido por Jiménez en el partido contra Suecia, durante la fase eliminatoria del mundial de Rusia 2018. Tanto el ex americanista como Peralta, poseían una mejor capacidad para lograr la retención de balón en la parte alta. El problema no eran las rotaciones, lo realmente problemático se presentaba durante el partido. Pues las susticiones, casi nunca eran acertadas, salvo en casos singulares como el de Alemania. Esta situación empeoraba, si el Tricolor se encontraba en desventaja.

Conclusión

Al final, quizá lo correcto sería mirar al proceso de Osorio como lo que fue, una revolución en la táctica y la estrategia, que casi nunca encontró su plenitud. Todo el tiempo, representó dificultades enormes al momento que un partido contenía situaciones peculiares, es decir, raramente corregía el planteamiento una vez que había sido probada su ineficiencia, como lo sucedido en la Copa Confederaciones y en la Copa América. Sólo el tiempo dirá, si extrañaremos o no a Juan Carlos Osorio. Lo cierto, es que su sobriedad y análisis, cambiaron por un momento al futbol mexicano. ¿Logrará cambiar a la selección paraguaya?

Redacción ADR.

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