En 2013, cuando el gobierno turco planeaba la demolición de un parque para la construcción de un cuartel militar y un centro comercial, la sociedad protestó, pero la respuesta del gobierno turco fue la represión. El movimiento creció, pues ya no solo se trataba del parque, sino de exigir el cese de un gobierno autoritario y violento.
A las calles salieron los ultras portando las camisetas de sus equipos para hacer notar a qué colectivo representaban. Los del Besiktas tomaron excavadoras, ultras del Galatasaray protegieron a los del Fenerbahce, y viceversa. La movilización de la gente canceló los planes del gobierno, y a pesar de que el régimen turco controló el uso de internet y redes sociales, la respuesta colectiva de la sociedad y de los hinchas de futbol nunca se detuvo.
Conoce la historia de los ultras que se unieron para apoyar a la sociedad:
Redacción ADR