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El futbol sudamericano siempre se ha caracterizado por exportar hacia Europa jóvenes prospectos futbolísticos. A veces, estas historias llegan a cruzarse, por similitudes de los jugadores en cuestión, o simplemente por el club en el que recalan. Y sí, hasta en el Barcelona -uno de los principales cuadros del Viejo Continente-, ha llegado a suscitarse alguna de estas anécdotas. Ocurrió con dos prodigios argentinos, de parecido talento, pero alcances contrastantes: Saviola y Messi.

En el 2000, cuando Javier Saviola -a sus 19 años-, ya era referente del ataque del River Plate, un chico con problemas para desarrollar la hormona del crecimiento, de nombre Lionel y apellido Messi, se había probado con el escuadrón rojiblanco. El equipo se interesó de inmediato en él, pero no en el costo que su familia solicitaba para los cuidados médicos pertinentes, además de que su ficha de formación pertenecía a Newell’s Old Boys.

Saviola

Avanzan los meses. Es septiembre, cuando Leo aterriza junto con su familia en Barcelona, para lo que serán semanas cruciales que definirán su futuro. Carles Rexach le verá en la cancha con algún equipo juvenil, y le firmará contrato de manera improvisada en una servilleta. Saviola es seguido de cerca por los principales agentes culés, que ya conocen su talento y le tienen previsto a River una oferta por varios millones para, en el siguiente verano, hacerse de sus servicios.

Saviola

Javier llega con bombo y platillo a mediados del 2001, luego de conquistar el Mundial Sub 20, al conjunto blaugrana; al mismo tiempo, un joven del que se hablan maravillas, seis años menor que él, triunfa en el futbol base de la institución. Pasaría más tiempo. El apodado ‘Conejito’ se afianzaría como una realidad a base de goles, pero aún sin consagrarse como un bastión, como lo que Leo haría más tarde.

saviola

Es noviembre de 2003 cuando Messi tiene su primer acercamiento, en un amistoso ante el Oporto, con el equipo que por entonces dirige Frank Rijkaard. Parece que está listo. Aquel curso, que culminó a mediados del 2004, marca la marcha de Saviola -a préstamo-, al Mónaco. Es turno de Leo. Ambos, con similitudes en su futbol y una diferencia en el acta de nacimiento, no caben en la nómina principal. De momento, le darán prioridad al de Rosario.

Las siguientes dos temporadas, Saviola las vive primero en Francia y luego como un nuevo préstamo a Sevilla; Messi, se afianza como un futbolista más completo. Javier consigue hacerse presente varias ocasiones, incluso gana la primera Europa League con el cuadro andaluz, pero Lionel está llamado -y lo demuestra en el campo-, a ser el recambio generacional de Ronaldinho; el propio brasileño lo vaticinaba:

Era el único con mis capacidades

La temporada 2006-07 fue la última de Saviola, en el contrato, con Barcelona. Regresó a la Ciudad Condal, donde se encontró con la suplencia, con un Messi más maduro, más completo, más futbolista. Lo que en un inicio había sido una batalla futbolística pareja, ya la ganaba Lionel, ganó hasta la amistad del propio ‘Conejito’: Es un fenómeno como futbolista y persona. Al culminar aquel curso, uno se marcharía del cuadro culé y el otro se convertiría en su máximo exponente. Coincidencias del futbol.

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Texto: Rubén Guerrero Atilano / @RubenGuerreroA

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