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Chievo Verona

92 años, ese fue el tiempo en el que el pequeño barrio de Verona pudo presumir y disfrutar de tener un equipo a lo largo de la historia del futbol italiano, pero como todo, eso llegó a su final en este 2021 y desde ya ha dejado un vacío que, al menos para la comunidad de Chievo, será muy complicado de llenar a casi un siglo de su fundación.

Aun con casi 100 años de existencia el Chievo Verona nunca alcanzó a consolidarse como un cuadro ganador, sus idas y venidas entre las múltiples divisiones inferiores en el Calcio y un presupuesto siempre modesto bloquearon las aspiraciones que, seguramente, toda directiva tiene pero con todo y eso obtuvieron esas pequeñas victorias a las que todo equipo chico aspira y en ese tenor podemos asegurar que el cuadro de Verona cumplió con creces sus objetivos.

La organización fascista

Verona tiene sus bases en el poder político social más dominante de la época de los años 20 del país de la bota, en 1929 un grupo de ciudadanos fascistas crearon la Operazione Nazionale Dopolavoro Chievo, equipo que fue inscrito hasta el año de 1931 frente a la Federación Italiana de Futbol bajo ese nombre, con los colores azul claro y blanco, debutaron frente al hoy extinto Domenglaria.

Durante cinco largos años el Chievo se mantuvo con resultados decentes pero, con la Guerra más cerca gracias al poder de Benito Mussolini, varios equipos se vieron en el constante peligro de desaparecer y eso fue lo qué pasó en 1936, año en el que no pudieron inscribirse por problemas económicos y ante la necesidad del gobierno los dueños respondieron al llamado de su mandatario y el equipo terminó por desaparecer en ese mismo año.

El regreso a las canchas 

Algo pasó en Chievo durante los cinco años de existencia del club, alguien se dio cuenta que el futbol vende y deja grandes ganancias, por lo que en 1947 un grupo de aficionados nostálgicos refundaron y dieron vida a lo que hasta hoy conocíamos como la Associazione Calcio Chievo, misma que, ante la nueva organización de la Serie A, vio su debut en la segunda categoría del futbol italiano.

Aún con una nueva administración e ideas totalmente diferentes a las establecidas por los creadores originales, se terminó por respetar los colores blanco y azul, al menos hasta 1955 que fue cuando se adoptó el clásico amarillo con vivos en azul marino. Por temas económicos y de patrocinio el equipo cambió su nombre a Cardi Chievo y en 1959 se consiguió el ansiado ascenso a la Primera División.

Ya en primera los éxitos comenzaron de a poco, el equipo prometía pero, con todo y el buen juego, no fue suficiente para darle batalla a la vieja guardia y apenas unos años después de llenar al máximo circuito el Chievo volvió a descender, esta vez, a lo más profundo del Calcio en algo que sería muy difícil de resolver para la vieja administración.

El cambio y la estabilidad

Luego de los fracasos previos, el Chievo entendió que necesitaba una sacudida desde lo más profundo de sus entrañas y en 1964, en una época plagada de revoluciones, el equipo nacido en un modesto barrio de Verona estaba a punto de vivir la suya, Luigi Campedelli llegó a la presidencia del club y las cosas cambiarían muy pronto, empezando por el proyecto para darle una estabilidad y una identidad al club.

En 1975, nueve años después del ascenso de la nueva administración, Chievo llegó a la Serie D, algo así como la quinta división del futbol italiano, el proyecto dio frutos en 1986 cuando se ganó deportivamente el ascenso a la Serie C2 y, apenas tres años más tarde, disputaron la Serie C1. Deportivamente hablando, la época de Campedelli ya era la mejor en toda la historia del club, pero todavía faltaban cosas más importantes en el futuro del Chievo.

La llegada a la Serie B fue fácil, fue un tiempo en el que dominaron la categoría pero, la búsqueda del ansiado ascenso a lo máximo del futbol italiano no resultó igual de sencillo. El proceso de nueve años entre ascenso y ascenso se vio cortado y la Serie Ase veía cada vez más lejos.

El ascenso y la nueva identidad

La suerte volteó a ver al recién nacido Chievo Verona y en el nuevo siglo el equipo representativo de toda la provincia de Verona consiguió deportivamente su ascenso a la primera división profesional del futbol italiano: La Serie A, misma a la que se aferró durante muchos años teniendo grandes temporadas que sorprendieron a propios y extraños.

Ya como Chievo Verona se obtuvieron grandes cosas, es verdad que no se ganó un solo campeonato, pero hubo temporadas en donde el modesto equipo del barrio de Chievo venció a los más grandes de Italia, incluso, llegando a las fases previas de la UEFA Champions League o directamente a la fase de grupos.

Previo al Mundial de Alemania 2006, el escándalo del Calciopoli afectó a todo el balompié italiano y dentro de los daños hubo quienes se vieron beneficiados de manera indirecta, casi, casi de rebote, y el Chievo fue uno de ellos. Durante la campaña la 2005-2006 (previa al escándalo de apuestas en Italia) el conjunto veronense culminó en media tabla, décima posición, lejos de Europa pero al ser castigados seis de cinco de los nueve equipos que terminaron encima el Verona se metió a la UEFA Champions League por primera vez en su historia.

En ese entonces el Chievo tenía un futuro promisorio, pero en el futbol muchas veces la calidad no es suficiente y cuando el dinero se volvió escaso la crisis vino acompañada de los malos resultados y de pelear por un sueño la realidad atacó a este pequeño cuadro italiano condenándolo, en primera instancia, a los puestos del descenso en la Serie A.

La primera caída y la disolución del sueño 

En la temporada 2018-2019 todo pintaba mal para el Chievo, una demanda interpuesta por el Crotone, la sanción deportiva de restar tres puntos al final del torneo y las bajas que presentaron previo a esa campaña eran los ingredientes perfectos para una catástrofe, misma que se concretó en mayo del 2019 cuando, luego de solo conseguir dos triunfos y 14 empates, se consumó el descenso del cuadro de Verona.

La 2019-2020 pintaba bien para los entonces dirigidos por Michele Marcolini, vinieron jugadores experimentados y mantuvieron a una base sólida de jóvenes, pero luego de 16 jornadas fue destituido y en el invierno del 2019 fue cesado del cargo, los jugadores no estaban de acuerdo con el sucesor y muchos salieron del club, luego del paro por el COVID-19 el Chievo no volvió a ganar un solo encuentro y descendió a la tercera división.

En 2021, con una deuda impresionante y con varias demandas ante la Federación Italiana de Futbol, se decidió finiquitar a los dueños y desaparecer al Chievo Verona en el mes de agosto del mismo año, se terminaron poco más de nueve décadas de historia y el ejemplo del Verona es que en este futbol actual el dinero pesa más que el deporte y un equipo de tradición terminó pagando esperando la firme promesa de volver y de regresar más fuertes que nunca.

 

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Por: Marcos Olvera / @MarcosOlvG

 

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