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¡Sí señor, México es el campeón! La medalla de oro, el reconocimiento máximo, nada de «ya merito», nada de «me sobró o me faltó un segundo», nada de «no metí la pierna». Fui el mejor, y aquí me están honrando, y también honré el juego limpio… Qué bien se siente ser mexicano, gracias a ustedes por ser un ejemplo… El Chatón, perdió algunos pases en la final, pero cumplió las expectativas recorriendo la cancha… un todo terreno, un 4×4. El Chatón [Enríquez] que también se la rifó.

Un espejismo más del futbol mexicano

Sin lugar a dudas, el pináculo de la carrera del espigado José Enríquez García, mejor conocido como «el Chatón», fue la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Aquella victoria en Wembley ante Brasil ilusionó a propios y extraños. Hay que recordar que la verdeamarela contaba con Neymar (hoy en PSG), Hulk (Shanghai SIPG), Thiago Silva (PSG), Marcelo (Real Madrid). Por lo tanto, la victoria de la selección no fue cosa menor.

En ese partido Chatón Enríquez no sólo fue titular, sino pieza fundamental durante los 90 minutos. Era uno de los hombres de confianza de Luis Fernando Tena, ¿por qué? Siguiendo la idea del 4×4, Chatón se caracterizó por cubrir perfectamente la posición de medio centro o contención. Contaba con recuperación, juego aéreo, sabía retrasar la posición, ganaba en el cuerpo a cuerpo, es decir, competía sin ningún problema. Por si fuera poco y a pesar de su 1.91 de estatura, con el balón en los pies no desentonaba.

En pocas palabras, el canterano de Chivas daba la apariencia de un todo terreno. De hecho, durante su estancia en el rebaño, más de un medio especuló con su salida a Europa. Muchas de las expectativas que generaba el mexicano no estaban fundadas en el patriotismo o sentimentalismo clásico de la prensa deportiva nacional.

Sus inicios en Chivas eran verdaderamente esperanzadores pero con tintes de realidad. Debutó en 2010 bajo el mando del Güero Real. Poco a poco pulió las cualidades que ya enunciamos, y con ello su protagonismo en Chivas. Vamos, en Guadalajara alcanzó los 129 partidos. Incluso se dio el lujo de marcar y asistir en cuatro ocasiones (tomemos en cuenta su posición en terreno de juego).

La regularidad en el máximo circuito trajo consigo los llamados a selecciones nacionales. Por ejemplo, de 2010 a 2012, Chatón Enríquez, acumuló cinco medallas. Éstas fueron: Sub 20 de CONCACAF, Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, Preolímpico de CONCACAF, Torneo Esperanzas de Toulon y los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Es cierto que la mayoría de estas competencias no son federadas por la FIFA, pero daban constancia de su carrera en ascenso.

A su vez, Enríquez también disputó una Copa América en 2011, una Copa Oro en 2013 y un Mundial Sub 20 (Colombia 2011), donde la selección se quedó con el tercer puesto y Chatón con el balón de bronce de la competencia. El mexicano vivía un momento inmejorable. Uno pensaría que el siguiente paso era la consolidación en selección mayor.

Sin embargo, Chatón es uno de esos espejismos que constantemente aparecen en el futbol mexicano, pues el denominado salto de calidad, nunca llegó. En 2015 consumó su último campeonato con Chivas, la Copa MX de 2015.

El deambular del Chatón Enríquez

A pesar de levantar la Copa, su nivel comenzó a diluirse desde 2013, pues comenzó a jugar menos de 10 partidos (en parte debido a las lesiones). La titularidad se fue y con ello los llamados constantes a selección. En 2015 se confirmó lo que algunos ya esperaban: su salida de Chivas. Enríquez fue prestado a León, donde disputó 10 partidos y marcó un gol.

Al finalizar su estancia con la Fiera, el jugador fue nuevamente prestado. Ahora jugaría para Coras Tepic de la división de ascenso. Ahí disputó únicamente dos partidos. Tras una sombría temporada, Chivas lo llamó de nuevo, aunque solamente para confirmar que la siguiente temporada la jugaría a préstamo con Santos Laguna. En la comarca lagunera medianamente mejoraron sus números: 16 partidos y un gol.

A Santos le siguió la temporada en Puebla (de nueva cuenta a préstamo); otra vez solo diez partidos. En 2018 finalizó la ruleta de préstamos en la Liga Mx. Su contrato con Chivas había finalizado. Enríquez no recibió ninguna oferta del club para renovar, por lo que como jugador libre podía marcharse a donde quisiera.

Lamentablemente no pudo continuar su carrera en México debido al pacto de caballeros. «Hablé con mi representante porque terminé mi contrato en Chivas. Tenía opciones en México como jugador libre y aunque se diga que no existe el Pacto de Caballeros cuando eres libre, existen una serie de complicaciones y mi prioridad fue buscar algo en el extranjero«.

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La opción, sorprendentemente, llegó del viejo continente. Su nueva parada era Omonia Nicosia, de Chipre. Claramente no es la élite de Europa, pero era una oportunidad para retomar su carrera. La realidad es que no hubo cambio. Antes de romper su relación con el club, jugó 6 partidos. Actualmente milita en Salamanca C.F., equipo de la tercera división de España.

La carrera de Chatón Enríquez es una de tantas promesas que tiene el futbol mexicano. Lesiones, poca constancia, falta de madurez y complicaciones con los clubes, son factores constantes en todas las historias de promesas inconclusas. Chatón es uno de muchos. El mexicano paso de levantar el oro a jugar en tercera en España. Eso no es un espejismo, es la cruda realidad.

Por: José Macuil García

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