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femenil bundesliga

La cantaleta de siempre cuando se piden condiciones dignas en el deporte femenil es: “no pueden pedir lo mismo porque no generan lo mismo.” Y aunque el argumento económico es pragmático y “contundente,” esconde sesgos de acumulación de capital, los cuales, también, aunque no siempre sea fácil reconocer o no queramos, responden a sesgos de género que a lo largo de años han derivado en la brecha económica existente entre hombres y mujeres. Una brecha que, según la ONU, haciendo todo bien, nos tomaría al menos 300 años erradicar.

Cuando intentas explicar esto, si la defensa en discurso de capitales ajenos lo permite, sale la segunda cantaleta: “no todo es de género”. Y si bien suscribo, con sus matices, que no todo es de género, es una realidad que las situaciones de mercado y el despliegue del mérito si están, en mayor o menor medida, mediadas por cuestiones no sólo de género binario, sino también de raza, religión, etnia, identidad de género, preferencias sexuales, etc. Porque aunque queramos creer que el mercado sin regulación deriva en competencia perfecta (y para muchxs “justa”), no es del todo cierto. El mercado solo no deriva en competencia perfecta, y la competencia, por como la entienden lxs economistas, no es tampoco del todo “justa”.

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Toluca Femenil

Si lo fuera, el negocio de futbol femenil mexicano movería más dinero que el del futbol femenil alemán. Siguiendo la lógica de que se tiene que ganar un salario con respecto a lo que se vende, y el potencial de negocio, las cuentas no cuadran.

Apenas hace unos días la Liga MX Femenil sacó una imagen informando que se ha logrado una asistencia a estadios de 289,130 personas en 13 jornadas. Con todo y que la mayoría de los juegos son los lunes, y que México es un país que consume futbol mayoritariamente a través de transmisiones, no precisamente asistiendo a estadios.

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Ahora, no tenemos los ratings ni de Fox, ni de Vix, y la Liga BBVA MX Femenil no publica reportes periódicos que describan el panorama y que incluya métricas de ese tipo. En Alemania sí. Ni siquiera para vender polémica barata, ni nada, sino porque con información se toman mejores decisiones y se hacen mejores proyectos.

Pero con los pocos números que vemos en México podemos estimar cosas. 289,130 asistentes en 13 jornadas arroja, en promedio, 22,240 asistentes por jornada. Además, en el comunicado tras la salida de Scarlett Camberos, porque ahí sí publica la liga sus números (¿?), afirma que el torneo tuvo un alcance de 7.8 millones de televidentes el torneo pasado, y que la liga es la número uno en comunidad digital (aquí sin una métrica de respaldo, aunque sí creo que debe ser un dato altísimo de interacciones de ambas, de apoyo y de violencia digital). 7.8 millones en 17 jornadas son cerca de 459,000 espectadores por jornada, y cerca de 51,000 por partido.

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La Frauen Bundesliga, según propios documentos de objetivos y metas para el 2027 de la DFB (Federación Alemana de Futbol) tienen ratings menores a 1000 (desconozco como se traduce eso en televidentes) Pero DW arroja estimaciones de 100,000 espectadores en promedio por jornada. Mientras que la final de la DFB Cup tuvo solamente 17,531 espectadores. Pero allá hay suficiente inversión para tener funcionado una Bundesliga 1, una Bundesliga 2, y una Regionaliga (3era división), con dos ascensos y descensos anuales; y un salario promedio para las jugadoras de aproximadamente 33,000 pesos mensuales. Salarios incluso insuficientes, porque en Alemania abogan por un mínimo de 3,000 euros mensuales, es decir, 60,000 pesos mensuales aprox.

Entonces, más que decir “no generan lo mismo”. Con los (pocos) números que sí te describen el potencial de mercado en la femenil en México, la pregunta es ¿cuánto se genera? ¿Cómo es posible que con esos números en rating, comunidad digital, y de asistencia, el dinero que fluye en la liga a nivel jugadoras sea tanto menor que en otras partes con peores métricas? ¿Qué la inversión en estructuras competitivas no se vea? De nuevo, ¿cuánto se genera? Si es suficiente, ¿a dónde se va? Y si no se genera tanto, ¿qué estamos haciendo para no traducir esos números en ganancias?

Publicado primero en Milenio.

Por Paola López / @khanpaola

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